lunes, 13 de abril de 2015

Patrimonio cultural (31-03-15 / 1-04-15)

Según la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial del 17 de octubre del 2003, define el Patrimonio Cultural como:
“Se entiende por patrimonio cultural inmaterial los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y, en algunos casos, los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana.”

De acuerdo con la Convención realizada por la UNESCO, estamos de acuerdo con que el patrimonio es todo aquello que generación tras generación infunde un sentimiento de identidad propio de una cultura, la cual hace enorgullecerse a sus componentes sintiéndose parte de algo importante.
Pero también creemos que como elemento creado por una cultura –ya que no existe en condiciones naturales- supone en muchas ocasiones una excusa económica para explotar ciertos aspectos, objetos o lugares entre otros, que bajo el criterio de la sociedad solo son eso, artificios creados con el fin de obtener dinero. Sin embargo, otros, que si son tomados por la sociedad como verdadero patrimonio, no son considerados como tal, puesto que  no pueden dar beneficio económico alguno.

Dejando a un lado reflexiones, como educadores sociales, y más desde que cursamos esta asignatura de Programas de Acción Sociocultural y Educativa, hemos llegado a la conclusión –o más bien nos han abierto los ojos- que este ámbito de la educación no formal, es una posible salida laboral, puesto que con nuestra formación podemos acercar la historia, las creencias, los lugares y en definitiva, el patrimonio a la sociedad de una forma simpática, divertida y didáctica.



Muchas son las organizaciones que se dedican a difundir el patrimonio, en especial el histórico, haciendo recreaciones de cómo era la sociedad y la vida en general antaño. En clase hemos podido observar la Mostra de la vida tradicional Vilafames 1900, una convención que se realiza anualmente en la localidad, rompiendo con la tradicionalidad de las recreaciones del medievo.

A pesar de ello, quisiéramos hacer referencia a la Fundación Bodas de Isabel de Teruel, encargada de hacer eventos de carácter histórico y legendario, la cual lleva a cabo la representación de la Tragedia de los amantes de Teruel, en la que “sus calles se recrea el ambiente medieval de la época así como las distintas escenas de la historia de Los Amantes, convirtiendo a la ciudad en fiesta que sumerge al visitante en el Siglo XIII”. Esta festividad es una muy buena ocasión para comprobar como vivía la gente de la época, junto con sus costumbres y tradiciones.





Por otro lado, la práctica, centrada en la animación a la lectura, nos recordó a muchos la amarga desazón que tenemos con la misma, debido a una obligatoriedad impuesta en colegios e institutos –además de a otros por parte de nuestros padres- que nos imponía la lectura como algo que se debía hacer para pasar un trámite académico en el que un examen determinaría la productividad de la lectura.
La animación a la lectura consiste en promover la lectura de una forma divertida, animada y/o lúdica entre otros, que en definitiva lleve los “libros” a cualquier tipo de público; esto es un ejemplo de como se consigue mediante talleres en un ambiente infantil.



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